Los asistentes sociales mandaron a Carmencita a Badajoz, en una casa de un chico de unos veinticuatro años. El chico parecía de buena casa, con mucho dinero pero en su casa no había muchos muebles. Una noche muy tranquila el chico que se llamaba Antonio, le contó a Carmencita que su vida no era todo rosas, trabajaba de cajero en un supermercado y estaba pagando un alquiler, pero con lo que ganaba no tenia suficiente para comer…
Pero Carmencita muy desolada por la historia de ese joven, le prometió que le ayudaría, y que pediría limosnas en la iglesia de la ciudad. Pero Carmencita paso mucho hambre durante todos esos días, hasta que un día llegaron los de el alquiler para que el chico les de lo que le debía, pero este se desvaneció y no se supo nunca nada mas de el.
pd: Rosario, el tratado anterior es el segundo.
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