martes, 11 de marzo de 2008

TRATADO TERCERO

Al cabo de unos días, Pedrillo ya cansado de buscar se sento en medio de la calle, él ya hambriento y medio muerto,vio una luz de esperança al final de ella. Vio un hombre,de aspecto lujoso, galan, muy bien aseado y con un peinado que daba de hablar. Por suerte el hombre buscava a un discipuloy le prometio, a Pedrillo, que le daria de comer y cobijo. El chico como tenia mucha hambre y solo le quedavan unas migajas de pan, acepto. El Hombre y Pedrillo fueron caminando hacia la casa del noble, pasaron por distintas calles, pasaron por delante de los más ricos, Pedrillo todavia tenia ilucion. Despues de pasar por la calle Maria Magdalena, entraron en el barrio de menor categoria, el hombre se paro delante de una casa hecha de barro y abrio la puerta, al entrar Pedrillo solo viio una mesa que parecia del siglo pasado y dos sillas.
Por la noche el hombre no le dio de comer, la mañana sigiente tampoco y así hasta que el chico se lo dijo. El noble le dijo que no tenia comida porque todo el dinero que ganaba en el trabajo, se lo gastaba con su ropa y con distintos productos para cuidar de su aspecto físico. Pedrillo, le dijo que de el dinero que ganaba tenia de guardarse una parte para la comida y no tenia de gastarse tanto con la ropa, pero su amo le respondio gritando:
— Tu no te tienes de poner con lo que me gasto ni con su destinacion, y por eso ahora te iras de mi casa inmediatamente.
El chico le respondio con una voz tremolosa:
— No po favor, no me hagas fuera de tu casa, te lo pido por favor.
Pero el noble le respòndio:
— Fuera, no te quiero ver nunca más.
Y el chico se tubo de ir en busca de otro amo, eso si, se fue casi llorando.

MIREIA SALTÓ
ROSER FIÑANA

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