Desde pequeña que vivo en la calle he tenido un amo que era un ciego.
Lo conocí cuando estaba sola y le pregunte si me podía ayudar. Yo no pe fijé en que no podía ver, parecía una persona normal i cuando me di cuenta ya no podía abandonarla me daba pena. Me cayó bien. Des del primer momento se mostró muy simpático conmigo. Él me explicó que era ciego y sentí que algo nos unía. Nos hicimos amigos. Mi primer amigo (aunque un poco viejo).
El tiempo pasaba y no teníamos nada para comer, pasábamos hambre, mucha hambre.
Nos vimos obligados a entrar en una pastelería y mientras mi amo entretenía a la dependienta haciendo ver que tropezaba. Ella fue a ayudarlo mientras yo robaba dos barras de pan y una coca. Me fui corriendo y al cabo de un rato volvió él en el sitio donde habíamos quedado. Nos lo comimos todo muy a gusto.
Al paso del tiempo él me empezó a odiar y a tratarme mal hasta que un di ajo decidí que no podía más y lo abandoné.
lunes, 10 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario