No pasó muchos días con él. No lo soportó. Un día entró en una iglesia, y el obispo la contrato como monaguilla. Aunque ese obispo no era muy cristiano, hacia creer que si daban mucho dinero en cuando pasase el cepillo dios cumpliría sus deseos, y además estaba con pinchado con uno de los feligreses que hacia ver que como no ponía dinero en el cepillo comunitario se ponía muy enfermo y solo el obispo podía hacer que se recuperase.
La niña, cada vez más grande se cansó muy rápido de ese tipo de vida.
viernes, 14 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario